El fin de semana pasado alquilamos un yate, bueno más bien se encargaron de alquilarlo por nosotros ... porque si por nosotros hubiese sido no sé qué yate hubiésemos cogido!! Entre tanto viaje de Víctor y el hotel, entre semana nuestros trabajos nos tienen absorbidos.
El pasado viernes, día mas sagrado para los musulmanes, quedamos en el Yatch Club de Marina para dar una vueltecita en yate durante 3 horitas. Así que a las 17:00 ahí estábamos todos con la neverita con hielo, las cervezas, las botellitas no aptas para musulmanes, el picoteo y nuestra música tipical spanish.
Una vez en el yate, comenzó el reportaje fotográfico como si fuésemos a salir en el "Hola". Que si ponte a si, que si ponte allá, que si con esas vistas, que si con las otras,... Vamos que casi casi superamos los posados veraniegos de Ana Obregón.
No todo fueron posados veraniegos, las vistas durante las 3 horas de navegación fueron inmejorables. El atardecer del Golfo Pérsico no tiene precio, bueno si lo tiene porque el yate no fue gratis pero vamos, que lo volvería a pagar una y mil veces.
En el barco no podía faltar el picoteo, la música, el ambiente español y la bebida. Con estas calores hay que estar bien hidratado!
Que seria un viajecito en yate sin un chapuzón en el mar, así que camisetas fuera y al agua patos!
El ambiente es un poco complicado plasmar por escrito pero supongo que es fácil de imaginar. Llegamos a ampliar una hora más el alquiler del yate y montamos una fiesta a la española que hasta los árabes sentados en las terrazas de los restaurantes de Marina acaban bailando sevillanas :)
